La tradición del barro y la versatilidad del menaje en la cocina española
Cuando se habla de cazuelas de Pereruela, no es sólo una cuestión de cocinar: es todo un encuentro entre la cultura, la tradición y el sabor. Desde el recetario familiar hasta la innovación en la cocina moderna, una buena tartera de barro o una olla refractaria pueden marcar la diferencia en platos que despiertan recuerdos y conquistan paladares.
He tenido la oportunidad de probar personalmente varios tipos de ollas y cazuelas, algunas de Pereruela y otras más industriales o de materiales innovadores. Mi objetivo es compartir aquí una experiencia honesta, útil y extensa. Si estás pensando en hacerte con una cazuela que herede la autenticidad de los asados, el chup-chup reposado de los guisos y la facilidad para el día a día, sigue leyendo.
Errores comunes al elegir una cazuela de barro
- Subestimar el tamaño: es fácil emocionarse con el modelo grande del catálogo, pero asegúrate siempre de que cabe bien en tu horno y que no te quedarás corto ni largo según el número de comensales habituales.
- No comprobar compatibilidad con el fuego: algunas solo sirven para horno, otras sí pueden soportar vitro y fuego directo. Es clave si tu idea es usarlas en fuegos de gas o vitrocerámica.
- Olvidar el curado: la mayoría de cazuelas de barro precisan un primer remojo en agua y un calentado progresivo. Saltar este paso puede provocar grietas.
- No conocer el material: hay una gran diferencia entre la loza esmaltada, el barro tradicional y otros materiales como cerámica moderna o incluso acero esmaltado.
¿Qué tener en cuenta antes de comprar una cazuela de Pereruela?
- Capacidad: para familias grandes o guisos de muchos, una cazuela de 7 litros puede ser ideal. Si sólo cocinas para dos o tres, busca modelos más compactos.
- Versatilidad del menaje: si te gusta hornear, busca cazuelas que aguanten el horno. Para guisos rápidos, revisa la compatibilidad con vitro e inducción.
- Grosor y esmaltado: un buen esmalte evita que el barro absorba sabores y facilita la limpieza.
- Repuestos y atención postventa: en productos artesanales, a veces la tapa se daña en el envío. Valora la atención al cliente por si necesitaras recambios.
Opciones de cazuelas y menaje tradicional: ¿Cómo rinden en la cocina real?
APS Cacerola para servir mejillones, 1,5 kg, olla para mariscos (3,3L)
La cacerola de la marca APS no es la típica cazuela de barro de Pereruela, pero sí un clásico imprescindible si eres amante de los mariscos y los platos al vapor.
He utilizado durante varias semanas este modelo para preparaciones con mejillones y almejas. Lo mejor es su construcción de acero esmaltado negro, que consigue mantener el calor de forma uniforme y una limpieza muy sencilla.
La capacidad real ronda los 3,3 litros en el recipiente y algo más de 1,6 litros en la tapa. Me sorprendió gratamente su capacidad, permitiendo cocer casi 2 kg de mejillones de una sola vez, algo práctico en cenas y comidas familiares. El esmaltado resulta resistente, y el acabado – negro y brillante – es muy presentable en la mesa cuando quieres dar un toque especial.
Si buscas una olla multiusos, puede servir también para freír (el borde alto evita salpicaduras), y la tapa ayuda a concentrar el vapor para que los mariscos abran sin perder jugosidad. En cuanto a inconvenientes, el único detalle es que los mangos se calientan bastante, pero es algo esperable en este tipo de menaje.
Tradineur – Cazuela redonda de barro, Ø 40 cm
De vuelta a la esencia tradicional: la cazuela Tradineur de barro auténtico transmite el sabor de antaño y esa manera pausada de cocinar. Su diámetro de 40 cm no pasa desapercibido, y de hecho, es lo primero que noté al recibirla: necesitas un horno grande o usarla sobre gas/vitro si tu cocina lo permite.
Esta cazuela es perfecta para guisos familiares, arroces al horno o platos de cuchara como judiones, cocidos e incluso asar cochinillo o lechazo. Probé a preparar un clásico arroz al horno y la diferencia de cocción respecto a una fuente metálica es notable: el barro conserva el calor más tiempo, el resultado es mucho más jugoso y no se pega.
El esmalte interior facilita el lavado, aunque siempre recomiendo evitar cambios bruscos de temperatura para que no se agriete. Ojo: si no tienes espacio, es mejor optar por una variante más pequeña. También es importante revisar la pieza al recibirla, ya que (como suele ocurrir en el barro) puede llegar dañada si el embalaje no es el mejor; por suerte, el servicio posventa suele dar respuesta.
Cazuela barro horno olla tartera besuguera con tapa FRANCACOR (31x21x13cm)
La propuesta de FRANCACOR es una de las más versátiles que he probado: esta cazuela de loza esmaltada se presenta en formato rectangular (besuguera), lo que la hace ideal tanto para asar pescado como para guisos y recetas gratinadas.
Su compatibilidad total con horno, microondas, lavavajillas e incluso fuego directo (siempre curando la pieza previamente) la convierte en una auténtica multiusos de la cocina de diario. Además, la tapa ayuda a mantener jugosidad y a ahorrar energía al cocinar.
El barro esmaltado hace que sea muy fácil de limpiar y, tras varios asados y estofados, no he notado transferencia de sabores entre recetas. La sensación de calidad es sobresaliente y el tamaño de 31 x 21 x 13 cm encaja en la mayoría de hornos convencionales. Una excelente inversión si buscas algo resistente y polivalente.
Cazuela de Barro con Asas 24 cm, 1.2 litros, Miel (RAIMUNDO SÁNCHEZ)
Esta cazuela de la marca RAIMUNDO SÁNCHEZ representa el equilibrio entre lo funcional y lo tradicional. De 24 cm de diámetro y unos 1,2 litros de capacidad, es adecuada para guisos de dos personas o como recipiente para preparar tapas en el horno.
El acabado «miel» resulta muy atractivo y da un toque cálido a la mesa. Tras utilizarla varias veces en horno y vitro, destaco lo bien que reparten el calor las paredes gruesas: el guiso se cocina de manera muy uniforme.
Como punto a favor, aguanta el uso intensivo y el lavado frecuente, incluso en lavavajillas. Si por alguna razón llegara con algún golpe o defecto, la atención para reponerla es rápida. Un formato adecuado para quien no necesita grandes ollas y valora el sabor auténtico de la cocina en barro.
GiPP Sartén antiadherente de granito – 24 cm
A pesar de que no es estrictamente una cazuela de Pereruela, incluyo esta sartén antiadherente de granito por ser un complemento ideal en cocinas donde se combina tradición y practicidad.
Fabricada en aluminio con recubrimiento de granito, la he estado usando para tortillas, huevos fritos y platos rápidos. El principal atractivo es su superficie de cocción: nada se pega, incluso con apenas unas gotas de aceite, y se limpia en segundos.
Otro punto que valoro es que, con el mango de efecto madera, el diseño es bonito y no pesa prácticamente nada, lo que la hace ideal para el uso cotidiano y para quienes quieren reducir grasas en su alimentación.
Eso sí, hay que montar el mango la primera vez (viene con destornillador incluido), pero es sumamente sencillo. Aunque la calidad antiadherente parece excelente al principio, conviene tratarla con mimo (nada de utensilios metálicos) y así prolongar su vida útil.
CERÁMICA RAMBLEÑA | Olla barro refractario | 7 litros
Para quienes preparan comidas en abundancia o buscan ese toque de puchero de toda la vida, la olla de barro de CERÁMICA RAMBLEÑA es una gozada. Utilicé el modelo de 7 litros para hacer cocidos, potajes y estofados al más puro estilo tradicional. El resultado: los sabores se concentran, la carne queda suave y la cocción es muy pareja.
Esta cazuela aguanta tanto horno como fuego directo (conviene curarla antes de estrenar), y el esmalte interior ayuda a que no se adhieran los alimentos. La tapa cierra perfectamente, evitando pérdidas de vapor.
El único detalle a tener en cuenta es el tamaño: puede ser algo justa en asas cuando está muy llena, pero es robusta y conveniente para fiesta o comidas familiares. Si llega defectuosa, el servicio postventa responde muy bien y reponen piezas rápidamente.
¿Qué diferencias encontré entre los productos probados?
Material y acabado: La diferencia fundamental está entre las piezas de barro tradicionales y las versiones de acero esmaltado o aluminio con antiadherente. El barro (como la cazuela FRANCACOR y la de CERÁMICA RAMBLEÑA) aporta ese sabor auténtico a la cocina de cuchara, mientras que las opciones de acero como la APS se benefician en rapidez y facilidad de limpieza.
Compatibilidad y uso: A tener muy en cuenta: si sólo puedes utilizar el horno, tanto la Tradineur como la FRANCACOR resultan perfectas. Para planchas o fuegos directos, comprueba bien las especificaciones.
Durabilidad y mantenimiento: El barro bien cuidado puede durar décadas, pero siempre vigílalo ante golpes o cambios bruscos de temperatura. En menaje de acero o aluminio, la vida útil recae más en el recubrimiento: si lo cuidas y evitas utensilios duros, te durarán mucho.
Consejos prácticos para sacar el máximo partido a tu cazuela de barro
- Antes de estrenar tu cazuela, sumérgela varias horas en agua fría. Así evitarás porosidad y posibles grietas.
- Evita pasar directamente del frigorífico al fuego o al horno precalentado: el barro odia los cambios bruscos de temperatura.
- Para cocciones largas, mantén siempre la llama al mínimo. Los mejores guisos se hacen con paciencia y cariño.
- Lava a mano para que el esmalte dure más, aunque muchas admiten lavavajillas.
¿Cómo se comportan estos productos después de varios usos?
Si buscas una cazuela que conserve el sabor y te dure años, mi selección de barro cumple con creces – siempre y cuando sigas las precauciones básicas de uso y lavado. En los modelos modernos antiadherentes o de acero, prima la comodidad y la rapidez, y pueden ser muy recomendables para familias modernas con poco tiempo.
En cualquier caso, todas las opciones descritas aquí son válidas según el tipo de cocina que quieras potenciar.
Conclusión: ¿Cuál elegir según tu perfil de cocinero?
Después de varias semanas cocinando con estos productos, mi resumen sería el siguiente:
- Para los más puristas y tradicionales: elige una cazuela de barro como FRANCACOR, Tradineur o RAMBLEÑA. Notarás la diferencia en guisos, asados y legumbres preparadas con mimo.
- Si eres de marisco y buscas limpieza rápida: la olla de mejillones APS es práctica, resistente y muy vistosa para presentar en mesa.
- Para la cocina del día a día saludable: la sartén antiadherente GiPP es el complemento fácil y rápido para tortillas, huevos y platos saludables.
- Pequeñas cantidades y tapas: la cazuela 24cm de RAIMUNDO SÁNCHEZ, por tamaño y manejabilidad.
Sea cual sea tu opción, cocinar con menaje tradicional tiene un valor añadido: te conecta con las raíces de nuestra gastronomía y multiplica el disfrute en la mesa. Recuerda siempre comprobar la compatibilidad con tus electrodomésticos, tratar la cazuela con mimo y, sobre todo, saborear el resultado.
¿Cómo se cura una cazuela de barro antes del primer uso?
Sumérgela en agua fría durante varias horas (al menos 12), sécala y caliéntala progresivamente a baja temperatura la primera vez. Así sellas los poros y evitas grietas prematuras.
¿Puedo usar cazuelas de barro en placa de inducción?
No directamente, salvo que cuenten con una base adaptada para inducción. Para vitrocerámica o gas, la mayoría de cazuelas de barro sí resultan aptas, aunque conviene confirmarlo con el fabricante.
¿Qué hago si se rompe la tapa o la cazuela llega dañada?
Ponte en contacto con el vendedor lo antes posible. En la mayoría de casos, la atención postventa responde rápidamente y reponen la pieza. Es útil hacer fotos y no tirar el embalaje original hasta solucionarlo.