Por qué elijo sartenes de hierro fundido antiguas y cómo acertar al comprarlas
Cocinar en hierro fundido es toda una experiencia: evoca recuerdos de cocinas tradicionales y recetas de abuelas, pero también responde a una tendencia que vemos resurgir con fuerza. A lo largo de los últimos años he probado multitud de opciones, desde sartenes esmaltadas a hierro puro, descubriendo matices importantes entre modelos y marcas.
Estas sartenes presentan una robustez casi indestructible, son ideales tanto para interior como para exterior, y –bien cuidadas– nos acompañarán durante décadas, incluso siglos. Sin embargo, no todo son ventajas y existen numerosos errores comunes al elegir o mantener una sartén de hierro fundido:
- Pensar que son antiadherentes desde el primer uso: requieren un «curado» progresivo.
- No secarlas bien después de lavar: el óxido es, literalmente, su mayor enemigo.
- Subestimar el peso: algunas son tan pesadas que pueden no ser adecuadas para todos.
- No valorar el largo del mango o la calidad del recubrimiento.
Comparando siete propuestas de sartenes de hierro fundido antiguas
Cada uno de los productos que detallo a continuación ha pasado por mis manos, al menos por unos días: desde juegos económicos ideales para iniciarse, a opciones robustas que rozan lo profesional. Repaso características clave, detalles de uso diario y valor real de cada sartén para ayudarte a acertar según tu estilo de cocina y tus expectativas.
1. TALK-POINT – Juego de 4 sartenes (Ø16 + Ø20 + Ø25 cm) + mango de silicona
Me llamó la atención este set por su precio competitivo y la variedad de tamaños, de lo más pequeño para huevos o salsas al tamaño idóneo para filetes. El acabado es rústico, tradicional, y el material (hierro fundido negro) cumple la promesa de robustez. Sin embargo, desde el primer momento destaca el peso considerable –más de lo que aparentan– y el hecho de que los mangos, además de cortísimos, resultan incómodos y hasta peligrosos si no te andas con mucho tiento. La funda de silicona, supuestamente protectora, es resbaladiza y no ajusta bien.
En mis pruebas, a menos que tengas manos pequeñas o estés acostumbrado a manejar menaje muy pesado, puede ser incómodo manipularlas, especialmente si están llenas. Ahora bien, calientan rápido y mantienen el calor, ideales para carnes a la plancha y tortillas gruesas. Al limpiarlas, tienes que estar atento a secarlas y aceitar: cualquier descuido y aparece óxido. Si las cuidas, duran; si no, acabarás frustrado. Muy buena relación calidad precio pero ojo a los detalles de seguridad y comodidad.
2. OVERMONT Sartén Ollas de Hierro Fundido – Pre-sazonado
Este set se presenta como uno de los clásicos para quienes buscan sartenes sin recubrimientos químicos: pura fundición, sin PFOA ni teflón, y con el curado inicial realizado con aceite vegetal (soja). En uso real, la impresión es de solidez, aunque cuidado: son realmente pesadas, lo que puede desalentar a los más impacientes o con problemas articulares. Pero ese peso también ayuda a una excelente retención de calor y a forjar la famosa pátina antiadherente con el tiempo.
Recomendable darles un pequeño lijado en la base si tienes vitrocerámica para evitar ralladuras. Los mangos, de nuevo, un poco cortos y, aunque reciben funda de goma, habría sido de agradecer varias unidades (solo una viene incluida). Al cocinar, si sigues los pasos clásicos (precalentar, engrasar, no dejar en remojo y secar bien), el resultado es espectacular en carnes o fritos clásicos. Si eres nuevo en el mundo del hierro fundido, la curva de aprendizaje te parecerá un reto, pero cuando das con el truco, puedes jubilar sartenes de materiales menos duraderos. Eso sí, atento: hay que limpiarlas y secarlas siempre al momento, y aceitar mínimamente para evitar oxidaciones.
3. KICHLY Sartén de hierro fundido pre-sazonado 31,75 cm
Esta sartén de gran calibre tiene vocación de protagonista en cocina: enorme, robusta y con buen peso. Lo más destacado es la facilidad para crear pátina, que mejora cuanto más se usa. Se puede utilizar en cualquier fuente de calor –gas, inducción, horno–, e incluso al fuego directo en barbacoas o chimeneas.
La primera vez que la utilicé, noté la diferencia respecto a opciones más ligeras: la superficie retiene el calor de forma neutra, sin puntos calientes. Es ideal para guisos, sellar carnes grandes o incluso meterla al horno con pan o pizzas. El «truco» está en curarla bien (yo la curé tres veces antes de estrenarla seriamente), y después de cada limpieza, secar y aceitar ligeramente. El tamaño implica peso (más de lo que muchas personas imaginarían), y el mango podría ser más largo, pero agradecí las asas auxiliares para maniobrarla.
En cocina cotidiana, ofrece resultados muy satisfactorios tanto para sellados como para cocciones lentas, y el sabor adquiere ese matiz «de antes» inconfundible. Ojo: requiere espacio tanto para uso como para almacenamiento. Si buscas una sartén normal quizás sea demasiado, pero si te gusta la cocina abundante o compartir mesa, es una inversión para años. Además, con el uso y cuidado adecuado, la superficie se vuelve casi antiadherente.
4. WMF Devil – Juego de 2 Sartenes Antiadherentes 20-28 cm
Aunque WMF se aleja del hierro fundido puro apostando por el acero inoxidable con un recubrimiento antiadherente y base gruesa, he querido incluirla por ser una alternativa moderna de espíritu tradicional y para los que buscan comodidad sin complicaciones. El set de dos piezas me ha parecido perfecto para hogares con cocinas de todo tipo (inductoras, gas, eléctricas)… y sí, sin tener que vigilar el tema del óxido.
El antiadherente «PermaDur» permite cocinar desde tortillas a pescado sin miedo a que se peguen, incluso con muy poco aceite, y la limpieza es coser y cantar –una pasada con esponja basta. El fondo grueso retiene mucho el calor y distribuye de manera uniforme, lo que se traduce en resultados homogéneos. El peso es equilibrado, lo suficientemente robusto para que se note la calidad pero sin las pegas de peso extremo propias de las de fundición pura, lo cual se agradece para quienes cocinan a diario y no quieren hacer musculación.
El punto débil sería quizás el borde, que al ser de acero puede resultar algo cortante al tacto, y que el exterior brillante –muy elegante al principio– tiende a perder lustre con el tiempo al contacto con grasas altas. Si buscas la robustez antigua pero valora el «mantenimiento cero», este set es excelente.
5. BBQ-TORO Juego de Sartén Redonda de Hierro Fundido para Barbacoa (3 piezas)
Uno de los juegos que más me ha sorprendido, tanto por relación calidad-precio como por polivalencia. Ya sea para uso en barbacoa, en la cocina, o incluso para presentaciones de mesa, cumplen sobradamente. Llegan pre-curadas, de forma que desde el primer uso es posible cocinar sin encontrarse alimentos pegados (bastante raro en las fundiciones económicas).
Las boquillas laterales para vaciar líquidos son prácticas, y después de unas semanas de uso, el desempeño es francamente bueno en parrilladas, guisos clásicos y hasta recetas a baja temperatura. Destaco que las tres piezas permiten cubrir prácticamente cualquier necesidad diaria, pero al igual que otras, el peso y necesidad de cuidados son requisitos insalvables. Las asas son cortas, pero la estructura general resulta cómoda.
Una excelente opción si buscas hierro fundido auténtico y quieres experimentar tanto en interiores como en exteriores, sin gastar demasiado. Eso sí, olvida el lavavajillas y dedícales un minuto para limpiar y aceitar después de cada uso, y tendrás sartenes para toda la vida.
6. KICHLY Dutch Oven – Olla de fuego doble función (3L/3.2 Quartz Kochset)
A medio camino entre sartén y olla, esta Dutch Oven de Kichly es toda una navaja suiza para los amantes de lo rústico y versátil. No solo sirve para guisar: también podrás sellar, hornear pan, usar la tapa como sartén o improvisar una «chimenea» en noches de acampada. Es, de todos los modelos, el más polivalente.
El conjunto incluye una olla profunda y una tapa que a su vez es sartén, lo cual multiplica sus aplicaciones. La he probado en cocina de gas, vitrocerámica y horno, y cumple perfectamente incluso tras calentar a fuego fuerte: el calor se reparte y retiene como solo el hierro fundido logra. No pesa tanto como sartenes más grandes, pero sí lo suficiente como para que merezca la pena usar las dos manos al moverla en caliente.
El mantenimiento es el tradicional: limpiar sin productos agresivos, secar al fuego y aceitar levemente. Lo único que encontré fue cierta «rugosidad» en el acabado al recibir el producto (nada que no solucione un curado casero en horno según instrucciones). El sabor de los guisos o el pan cocido en ella tiene ese aroma inimitable de la cocina de antes. También se agradece, como indica algún cocinero, la aportación extra de hierro en los alimentos. Ideal si quieres una opción robusta y multidisciplinar que, tras aprender a cuidar, te facilita preparar recetas «de toda la vida» o de camping.
7. KICHLY Sartén hierro fundido engrasada – 26 cm
Una alternativa a muy buen precio, ideal para quienes quieren iniciarse o buscan una sartén de tamaño medio. El material resulta robusto y, si bien hay que aceitarla y curarla de vez en cuando, es menos delicada de lo que muchos temen. En la práctica, he conseguido resultados estupendos con carnes, tortillas y, especialmente, platos que requieren pasar del fuego al horno.
Algunos usuarios mencionan leves «hot spots» (zonas con temperaturas algo diferentes), pero siguiendo el consejo clásico de precalentar bien y controlar la llama, la experiencia es más que satisfactoria. El acabado mejora con cada uso: cuanto más la empleas y sigues los pasos de mantenimiento, más se asienta la pátina antiadherente.
El mango podría ser más largo y algunos lotes traen imperfecciones, pero a este precio no se puede pedir demasiado. Muy recomendable para quien desea descubrir sin gastar demasiado qué hace especial cocinar en hierro fundido.
Consejos esenciales para elegir una buena sartén de hierro fundido antigua
- Peso y tamaño: Valora tu fuerza y tipo de cocina (barbacoa, horno, fogón), y elige tamaño adecuado.
- Mango: Prefiere los mangos largos o con asas auxiliares para manipular con seguridad (especialmente en piezas grandes).
- Acabado del curado: Muchos modelos llegan «pre-curados», pero nada como reforzarlo en casa con aceite y horno para garantizar resultado y durabilidad.
- Cuidado y limpieza: Nunca dejes la sartén en remojo ni la laves con estropajos metálicos agresivos. Tras lavar, seca inmediatamente al fuego y aplica una fina capa de aceite.
- Versatilidad: Para cocinas pequeñas, las de doble función o juegos de varias piezas te permiten ahorrar espacio y adaptarte a cualquier receta.
- Compatibilidad: Si tienes vitro o inducción, revisa que la base esté bien nivelada o pasa una lija fina antes del primer uso para cuidar la placa.
Tabla resumen de modelos probados
Modelo | Piezas/Sizes | Peso | Ideal para | Pros | Contras |
---|---|---|---|---|---|
TALK-POINT 4 sartenes | Ø16, 20, 25 cm | Muy alto | Carnes, tortillas, platos clásicos | Precio, robustez, variedad | Muy pesadas, mangos cortos |
OVERMONT set | 3 tamaños varios | Alto | Todo tipo de cocción | Sin teflón, buena pátina | Curva de aprendizaje, pesadas |
KICHLY 31,75 cm | 1 pieza grande | Muy alto | Sellados, asados, hornos | Superficie, calor, sabor | Tamaño y manejo |
WMF Devil 2 pzs | 20, 28 cm | Medio | Cocina diaria, inducción | Antiadherente excelente, ligera | No hierro tradicional |
BBQ-TORO 3 sartenes | Ø16, 20, 24 cm | Alto | Barbacoa, guisos | Listas para usar | Sin tapa, pesadas |
KICHLY Dutch Oven | Olla 3L + tapa sartén | Alto | Guisos, pan, horno, cocina campamento | Versatilidad, sabor | Cuidado especial |
KICHLY 26 cm | 1 pieza media | Alto | Platos diarios | Precurada, robusta | Acabado irregular en algunos lotes |
Conclusión: ¿qué sartén elegir según mi experiencia?
Si buscas fidelidad a la tradición y máxima durabilidad, apuesta por modelos como las de KICHLY o BBQ-TORO, cuidando siempre el secado y curado. Quienes priorizan la comodidad y limpieza fácil sin prescindir de resultados, encontrarán en el set WMF un equilibrio difícil de superar, especialmente recomendable para cocinas de uso diario y para quienes no quieren complicarse con mantenimientos complejos.
Para experimentar al máximo en todo tipo de recetas –del fuego directo al horno, del guiso al pan artesano– una Dutch Oven será la mejor elección. O, si lo tuyo es cocinar en cantidad, las sartenes de grandes dimensiones de KICHLY harán las delicias en cada mesa familiar.
Las sartenes de hierro fundido antiguas exigen unos cuidados, sí, pero dan a cambio sabor, solidez y satisfacción culinaria difícilmente igualables. Elige en función de tu fuerza, espacio, costumbres y ganas de aprender, y tu cocina ganará en salud, sabor y autenticidad.
¿Cómo curar correctamente una sartén de hierro fundido?
Lo más efectivo es lavar bien la sartén, secarla por completo y aplicar una fina capa de aceite por toda la superficie. Después, métela en el horno caliente (200-220ºC) durante al menos 40-60 minutos, deja enfriar dentro, y repite el proceso si ves que la superficie no queda satinada. Así creas la pátina antiadherente que hará que cada vez sea mejor y más fácil de limpiar.
¿Por qué se oxidan las sartenes de hierro fundido?
Pierden la protección natural si se mojan y no se secan al instante, si se dejan en remojo o se lavan en lavavajillas. Es fundamental secarlas al fuego y aceitar ligeramente tras cada uso.
¿Las sartenes de hierro fundido son aptas para inducción o vitrocerámica?
Sí, pero conviene revisar que la base sea lisa para evitar dañar el cristal. Si notas rugosidades, un sencillo lijado a mano con lija fina las deja perfectas para uso sin riesgos.